Soy una mujer que aprendió a mirar la vida a través del poder de Dios. Mi propósito es ayudar a otros a sanar, redescubrir su identidad y recordar que fueron creados con amor, propósito y valor eterno.

He caminado por temporadas de silencio, de quebranto y también de renovación, y en cada una descubrí que Dios nunca se aleja, sino que usa los procesos para despertar lo divino en nosotros.

De ahí nace todo lo que comparto: reflexiones, devocionales, E-BOOK son una extensión de mi corazón una voz que sana, inspira y recuerda que tu historia también puede ser transformada por la verdad de Dios.

Cuento con una licenciatura en Consejería Pastoral, lo que ha fortalecido mi llamado a acompañar a otros en su crecimiento espiritual y emocional, guiándolos a través de la fe, la identidad y la sanidad interior.

Hoy, mi misión es acompañarte en ese viaje donde la fe se hace vida, donde las heridas se vuelven testimonio y donde aprendes a verte como Dios te ve: completo, amado y lleno de propósito.

Un Encuentro

Cuando somos marcados por una mala experiencia, palabra o suceso y no buscamos ayuda dejamos una marca en nuestro corazón. Algo en nosotros cambia ya que comenzamos a alimentar ese sentimiento amargo de lo que nos pasó a través de nuestro carácter, decisiones, estilo de vida y acciones. Pero también de esta misma manera cuando tenemos un encuentro verdadero con Dios jamás volvemos a ser los mismos. A través de ese encuentro comenzamos a recuperarnos emocionalmente y a ser libres de lo que nos marcó. No existe una mala experiencia, palabra o suceso vivido que Dios no pueda sanar si estamos dispuestos a levantarnos y salir del dolor.