Es común en nosotros los seres humanos querer mostrar que no necesitamos algo en tiempos de pérdidas. Es cierto que Dios está con nosotros, tenemos su compañía y fortaleza; pero en ocasiones podemos sentir innecesario rodearnos del apoyo que otras personas quieren brindarnos; ya sea espiritual, emocional o material. Porque según nosotros no lo necesitamos o nadie tiene que tomarnos en lastima. Pasar por una pérdida puede provocar en nosotros un sentimiento de negación y nos mantiene lejos de la realidad. No podemos avanzar a lo próximo que Dios tiene para nosotros si no aceptamos lo que estamos viviendo; ya que no podremos soltarlo y avanzar hacia el futuro. ¡El poder de aceptar nos libera y trae sanidad!